Exclusivo con Julia Roberts.

A los cuarenta y dos años y a punto de ser mamá por cuarta vez, la mega estrella de Hollywood es la nueva embajadora de Lancôme. En charla con Para Ti habló de este nuevo desafío, de los trabajos que ahora elige hacer y de su vida familiar lejos de Hollywood.
Hace media década que Julia Roberts decidió dejar de lado la vorágine de Hollywood. A pesar de que cada día le llueven guiones y propuestas en las puertas de su casa en Nuevo México, la actriz prefiere dejarnos a la expectativa o hacer apariciones estelares, pero sin empalagar. Una manera de abrirle el camino a nuevos talentos (sin ir más lejos, su sobrina Emma Roberts de 19 años, compartió cartel con ella en su film Día de San Valentín) y de dejar los papeles de éxito fácil por otros más ‘comprometidos’. Pocos pero buenos. Por otra parte, su belleza está intacta, resplandece en su mejor momento. A los 42 años, Julia Roberts continúa hipnotizando como el primer día. No por nada hizo historia como la primera actriz en posar para la tapa de Vogue y este año la revista People la mantuvo por tercera vez en el podio nombrándola ‘La más linda’ de 2010. Roberts se transformó en una leyenda, y cada día nuevas generaciones se dejan encantar por esa sonrisa famosa.
A casi 20 años de su consagración con el film Mujer Bonita, la actriz que por mucho tiempo cargó con el título de la actriz mejor paga de Hollywood, mantiene su encanto. Acaba de ser elegida embajadora de Lancôme, un rol que su colega Isabella Rossellini llevó con orgullo en el pasado: “¡Me parece increíble que ahora me hayan escogido a mí!”. Lancôme tiene una visión de la feminidad elegante y atemporal”, declara la estrella a Para Ti. “Es sinónimo de mujeres hermosas y poderosas. Además, como consumidora de años de la marca, pienso que compartimos el valor de la lealtad. Y estoy convencida de que la lealtad es una piedra angular de la vida”, describe.
¿Cómo te sentís con este cambio, Julia Roberts: modelo a los 40? La idea de modelar a mis cuarenta me parece muy moderno ¡y divertido! Qué te puedo decir, creo se siente una especie de regocijo y un sentido de la diversión al hacerlo justo en este momento. Todo esto involucra entretenimiento, uno que probablemente no habría tenido si lo hubiera hecho cuando era más joven.
¿Qué cambió desde entonces? Creo que hay una especie de confianza y una sensación de seguridad en uno mismo, y eso es lo que siento hoy, a mis cuarenta.
En tiempos del photoshop y de tantas cirugías, ¿cuáles son tus trucos de belleza? La verdad es que uso muchos productos y los he usado durante mucho tiempo, lo cual es un gran alivio para mí. Empezando desde crema para los ojos, una crema para el rostro –la Aqua Fusion de Lancôme– hasta otra crema desmaquillante para ojos. Además me encantan los protectores solares y las máscaras.
A pesar de ser una súper estrella, de alguna manera lograste mantener cierto grado de privacidad y discreción. ¿Fue una decisión premeditada? Sí lo fue, ¡y es todo lo que diré acerca de ello! –risas–. Bueno, una manera es que paso la mitad del año viviendo lejos de las brillantes luces de Hollywood. –N. de R.: la actriz y su marido Daniel Moder tienen una casa en Nueva México–.
LA IMBATIBLE. “Soy alta e inteligente”, definió una vez Roberts, “Ser enérgica y agresiva puede ser intimidante para gente que no es lo suficientemente inteligente”, sentenció consultada acerca de cómo recibía las críticas y sus secretos para mantenerse en Hollywood. La actriz cuyos films llevan recaudados 2.500 millones de dólares en todo el mundo y que por muchos años fue destacada (y burlada por colegas como George Clooney) por sus 20 millones de dólares de cachet por film, en la última década prefirió dedicarse a la familia, a sus tres hijos (los gemelos Phinnaeus Walter y Hazel Patricia ya tienen cinco años y Henry Daniel tres) y a su hobby preferido: el tejido. Cuentan que el último año le envió un par de suéteres by Roberts a los hijos de Johnny Depp.
Consagrada, Julia se animó a hacer todo lo que le había quedado pendiente. No sólo se convirtió en una gran aliada en causas solidarias como UNICEF sino que, movilizada por su rol de madre comenzó a ver otras opciones en su carrera artística: le puso la voz a La telaraña de Charlotte en 2006 y ese mismo año movilizó a Broadway al aceptar la obra Three Days of Rain de Richard Greenberg donde actuó junto a Bradley Cooper (el mismo compañero que tuvo en la última, Día de San Valentín).
De regreso a la pantalla grande, hoy espera el estreno de Larry Crowne, el proyecto por el que trabajó tanto y que la reunió nuevamente con Tom Hanks (tras protagonizar Charlie Wilson’s War, 2007), escrito por Nia Vardalos. En unos meses, Julia también acaparará los carteles con Eat, Pray, Love, el bestseller homónimo y autobiográfico de la periodista Elizabeth Gilbert. El film cuenta la historia de una mujer desencantada con su vida que deja todo y recorre Italia, India e Indonesia. Comparte cartel con el siempre sexy Javier Bardem y, a diferencia de lo que suele hacer, por este film Julia se trasladó a filmar a Bali. Se estrenará en la pantalla grande en agosto en los Estados Unidos, casi al tiempo que se espera el nacimiento del cuarto hijo Roberts-Moder… “Trabajar con mis amigos es un gran lujo”, responde la actriz, evitando toda mención personal. “Es más, creo que uno de los mayores lujos de mi vida es haber logrado trabajar con mis amigos”. ¿Algunos nombres? Se sabe que Susan Sarandon y el mismo Hanks son parte de su círculo íntimo.
No perdés la magia. Se nota que te metés sin esfuerzo en tus personajes y que te sentís en tu elemento tanto en comedias románticas –La Boda de mi mejor amigo– como en dramas –Quédate a mi lado– o thrillers –La conspiración–. ¿Cómo elegís tus papeles? Simplemente me gustan o no me gustan. Es sólo una sensación que tengo la primera vez que leo algo. Voy a la última página y sé si quiero hacerlo o no. Eso nunca cambia.
Con dos décadas de carrera, ¿cómo percibís el cine? Me parece que es una gran manera de explorar las diferentes facetas del temperamento de la otra persona. Una oportunidad ideal de observar el comportamiento humano y ver cómo reacciona ante diferentes cosas. Es como fingir ser adulto. Mi hija lo hace todo el día, ¡yo logro que me paguen por hacerlo!
Se los ve tan seguros en las alfombras rojas, ¿mirás tus películas? ¿sos muy autocrítica? Las veo una sola vez. Y por lo general es en el estreno. Me parece que es emocionante y enloquecedor al mismo tiempo, pero no creo que sea doloroso. Sé de algunos actores que dicen ‘¡Ni siquiera puedo ver!’. Yo pienso: ‘bueno, tengo que ver lo que hice y lo que ha resultado’.
Erin Brockovich, Anna en Closer... fueron papeles fuertes, diferentes. ¿Alguno de tus personajes fue particularmente duro de abandonar al final de la filmación? En realidad no. Todos los papeles que interpreté en mi carrera son mis favoritos por diferentes razones. Y films… no podría decirte si hubo uno más movilizador que otro. ¡Esto es como hablar de hijos! Cada película ocupa un lugar diferente en un momento diferente de la vida, por lo cual es imposible clasificarlas.
¿Te queda algún sueño por cumplir? ¿un director con el que trabajar? ¿un personaje especial? Oh, sí. ¡Montones de cosas! Por ejemplo, Kate Winslet, otra embajadora Lancôme. La conocí y la adoro. Una actriz increíble, es realmente una de mis favoritas. ¡Todo un infierno de chica! Es verdad que lamentablemente nunca hemos trabajado juntas, pero aún hay tiempo. Y, ¿mis deseos? La verdad es que muchos son de la misma esencia: hacer cosas que ame y trabajar con gente que me inspire. Pienso que he sido muy afortunada en la vida, así es que sólo espero continuar en ese rubro.

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