Pareja: celos enfermizos


Es normal que las personas celemos a quienes amamos, pero cuando este sentimiento pasa la frontera de la normalidad la cuestión se torna enfermiza.
Los celos desenfrenados tienen varios orígenes, el más generalizado es por un sentimiento de inferioridad, angustia y falta de amor propio.
Aunque también puede darse el caso de que la expresión de los celos sea la proyección de la propia tendencia a la infidelidad: Si yo lo he hecho o lo deseo… El /ella también puede hacerlo!.
Otras razones que pueden desatar este sentimiento es el recuerdo de malas experiencias con otra pareja, casos de infidelidad en la familia, trastornos psicológicos, etc.
Hay que comprender que los celos enfermizos no son amor ni indican cuánto se quiere a la pareja. Nadie es un objeto que puede ser tomado como tal, ni se tiene el derecho de dirigir la vida del otro como si fuera una marioneta.
Para que una relación prospere hay que respetar y respetarse, no vivir desconfiando ni con temor a la infidelidad, mentira o abandono ya que este accionar en vez de ayudar arruina todo lo bello que pueden experimentar durante la vida en pareja.


Cómo controlar los celos

1. Evita pensamientos destructivos que hacen que el problema de los celos se agrave e intenta sustituirlos por otros de seguridad y confianza que ayuden a frenarlos.
Esfuérzate en ser objetivo y aprende a diferenciar lo que son hechos reales de lo que puede estar manipulando tu imaginación.
Esto no es otra cosa que tomar verdadera conciencia del problema e intentar hacer algo al respecto.

2. Procura ser más tolerante y dejarle su espacio a tu pareja: evita ese impulso irrefrenable que te lleva a estar en todo momento controlando y preguntándole sobre lo que hace y con quien.
De esta forma lo único que vas a conseguir es que se sienta cada vez más agobiada y atosigada.

3. Comenta lo que te ocurre a algún amigo de confianza y pídele consejo. No olvides que ocultar el sufrimiento y negarlo hace que se potencie cada vez más.
Los consejos y puntos de vista de otras personas ayudan a analizar lo que nos ocurre de forma objetiva y a encontrar soluciones que tal vez no se nos habían ocurrido.

4. Reflexiona sobre lo que te ocurre e intenta aclarar tus ideas. Esto te ayudará a exponer tus sentimientos con sinceridad, a descubrir tus miedos, necesidades, etc.
Y una vez detectado el problema procura poner todos los medios a tu alcance para solucionarlos.

5. Evita utilizar amenazas, habla claramente de lo que te ocurre, no te ciegues con la rabia e intenta buscar soluciones al problema.

6. Evita culpabilizar a alguien de lo que te ocurre. Procura ser responsable de lo que sientes y no olvides que tus actos dependen de ti, y eres la única persona que puede cambiar tu conducta ante lo que estas sintiendo.

7. Evita ser trágico a la hora de asumir los celos: esfuérzate en apreciarlos como síntoma de amor verdadero y prevenirlos cuando se descontrolan y vuelven dañinos.
Sin embargo, si aprendemos a controlar estos impulsos, los celos nos pueden ayudar a apreciar y valorar a la persona que tenemos al lado y a cuidar el amor del otro sin darlo siempre por supuesto.
En algunos casos, cuando los celos son muy frecuentes, intensos y duraderos y surgen sin ningún motivo, se vuelven patológicos.
Esto produce un sufrimiento intenso en quien los sufre, y en muchas ocasiones se aconseja acudir a un profesional especializado en terapia de pareja.

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